jueves, 3 de julio de 2008

Marcha maratón Colmenar viejo.


Llevávamos quatro semanas preparándonos de forma específica para este evento.
La maratón era de 76 km. Culla única posible dificultad era un puerto de unos 8 kms... O eso creimos...
Hacía dos semanas que no paraba de llover casi dñia y noche, y no pasaba noche que tanto mi compañero Santi como yo, no rezásemos para que eso se terminase, o es su defecto, que por lo menos no lloviese el dñia de la prueba...
Nada... ni lo uno, ni lo otro... no paró de llover en el tiempo restante, y para colmo el día no presentaba signos de mejoras... vientos de 20 kilómetros hora.... y una probavilidad de precipitación del 92 %... Todo apuntaba que sería una locura asistir... No se si sería por los 3 plátanos que me tomé para el dasalluno, o bien por que realmente me faltaba un tornillo, pero ni mi madre pudo hacer nada para mantenerme en casa... lo mas sorprendente esque a mi gran amigo Santi, le ocurría lo mismo que a mi.
Llegamos a las carpas con algo de tiempo de margen; recogemos nuestros dorsales -santi el 63, y yo el 93, ibamos mentalizados de que sufriríamos, ya que tanto el como yo, sabíamos quenos econtrábamos en una excelente forma. Pero, no sabría deciette si el destino o la suerte, no afguardaba un final completamente diferente al esperado.
Después de hacernos la foto reglamentaria con el equipo, nos dirigimos a la linea de salida donde por fin dan la salida. Nos mantenemos bien colocados, sin forzar lo mas mínimo, ya que aun nos faltaban 60 kms, cuando parto por primera vez la cadena... en ese momento me di cuenta de que el día iba a resultar algo mas diferente de lo que planeábamos...
Durante un tramo de unos 2 kms, el agua nos llegaba literalmente por el buje de la rueda, y encima era en subida.... imaginao el panorama... ese sería elprincipio del fin de mis zapatas... y lo peor aun estaba por llegar...
Mas adelante, en el km. 30 justo después del avituallamiento vuevo a partir la dichosa cadena, y así sucesivamente hasta un total de 5. Si si... 5 roturas de cadena en un solo día... Al final en el kms 47 optamos por avandonar... y menos mal... por que en el camino de vuelta por el carril bici, rompí por ultima vez la cadena por última vez...
Llegamos a meta andando, pero llegamos los dos juntos.
Muchas gracias por todo Santi.
Un saludete

sábado, 13 de octubre de 2007

RUTA DE OTOÑO. RALLY/FORERA




8:00 DE LA MAÑANA.... y me suena el despertador. Pienso en seguir durmiendo y en mandar al quinto pino la quedada que tenia planeada para hoy... pero ese pensamiento desaparece rápido.

Me pongo de pie de un salto, desayuno ( hoy será un día duro, así que tomare un desayuno de campeones ) me lavo los dientes, y me pongo el traje de luces. Me miro al espejo y pienso que cada día estoy mas guapo... . mi padre me empieza a meter prisa así que apresuradamente preparo mi bidón, mi camel, y bajamos a por las bicis. En el ascensor me pregunto si la ruta les gustara... si será demasiado dura... en fin; ya era demasiado tarde para eso así que dejo de pensar. Por fin cojo la bici, la miro y me aseguro que todo este en orden. Entonces emprendemos el viaje para encontrarnos con nuestros desconocidos compañeros de ruta. Vamos un poco sobrados de tiempo así que decidimos hacer el camino largo, y meternos en un bosquecillo a dar una vueltecita.

Por fin llegamos. Yo estoy nervioso, pero aun así me presento. Son todos mucho mayores que yo (menos Santi que tiene mi edad) tras explicarles como será la ruta, y esperar un rato para los posibles rezagados, emprendemos la ruta. Somos 7. 7 ciclistas que aun no saben lo que les espera...

Tras haber dejado atrás la cuidad, nos adentramos en el campo. Un camino muy bien pisado donde rompemos el hielo y aprovechamos para charlar, e intentar conocernos. A los pocos minutos, ya nos estamos riendo como si nos conociéramos de toda la vida. El ciclismo es así.

Entre árboles, arbustos, y los animales de los alrededores, marchamos. Circulamos por un bonito camino justo a la ribera del rió, y pasamos por el mismo sitio por el cual el día antes me dio por "abrazar el suelo" seguimos pedaleando hasta llegar a las faldas de puerto de galapagar... AHORA EMPIEZA LO DIVERTIDO! Como podemos nos arrastramos por el traicionero camino que nos lleva a la cima... incluso somos capaces de adelantar a otros ciclistas! Parece mentira, pero así es. Tras un buen rato dando pedales, llegamos arriba, y aprovechamos para respirar... (que falta nos hacia)
Hablamos un rato, comentamos lo bien que hemos subido, y seguimos nuestro camino.

A estas alturas, ya llevamos 1 puerto de montaña subido, y casi 30 Km. a nuestras espaldas, y aun no hemos llegado al ecuador de la marcha. CASI NADA.

Parece mentira, pero seguimos subiendo... llegamos a una carretera en al cual por fin, comienza la bajada... el personal se relaja... ( ilusos... ) la felicidad dura poco, pues a los pocos minutos, nos toca seguir subiendo durante unos 7 Km. Cuando vamos por la mitad, sin previo aviso, ZAS! Calambrazo.
-no me lo creo, no me dan nunca, y me tienen que dar justo hoy....
paro unos segundos, me espabilo, y sigo para arriba. Cuando por fin llega el resto de grupo, ya estamos fríos.
Hasta ahora solo ha habido un pinchazo, y una caída. Nada grave.

Poco después entramos en un falso llano, donde aprovechamos para picarnos entre nosotros, y jugar al "corre que te pillo" con la tontería estamos rodando a una media de 27 Km. / h. Seguimos así, hasta llegar aun una pequeña fuente, de un perdido parque a las afueras del pueblo. Allí aprovechamos para hacer unas fotos, y beber algo de agua... POR FIN!!!!
Ya damos por hecho que lo peor ha pasado, y confiados, empezamos a bajar... pobres de nosotros pues no sabíamos lo que nos esperaba...

2 de nuestros compañeros pinchan. Yo me quedo con el mas desvalido... mientras que otro de nosotros se queda con el otro.

Nosotros somos mas lentos a la hora de cambiar una rueda, así que nos adelantan... nos quedamos los últimos. Cuando creíamos que ya habíamos salido del apuro, Santi vuelve a pinchar... pero esta vez en la rueda delantera. INCREÍBLE! Esta vez optamos por usar la famosa espuma del "decarton". Famosa no por su funcionamiento, si no por todo lo contrario... después de lo de hoy, podría incluso hacer una tesis sobre ellas...

Una vez lleno de espuma y con la certeza de haber reparado el pinchazo, Santi vuelve a pinchar. Pero esta vez, de nuevo en la rueda trasera. A estas alturas la desesperación nos puede... yo opto por empezar a reír... una pareja nos adelanta ANDANDO. Y se nos queda mirando extrañados, ante la pintoresca estampa... después de hinchar la rueda, seguimos para abajo, Santi con la mosca detrás de la oreja, y yo que aun sigo riéndome.
Por fin adelantamos a la pareja otra vez ( hay q ver lo rápido que andaban ) pero a los pocos segundos.... HORROR!!! Otro pinchazo en la trasera.... la desesperación de Santi se puede incluso palpar... pero para que mentir... hoy me he reído mas que en toda mi vida. NO POR LOS PINCHAZOS, SI NO POR LA SITUACIÓN. De nuevo la pareja, nos vuelve a adelantar... y nosotros a lo nuestro.... de una vez decidimos dar por perdida la labor de mecánicos, y seguimos a pie. Al cabo de un buen rato llegamos a bajo. No me lo podía creer por fin llegamos. Una vez allí, con la ayuda de matusalén, y alexpage, conseguimos poner orden al desaguisado que nuestro compañero había armado...

3 de los nuestros se ven obligados a irse antes de tiempo, pues hemos perdido mucho tiempo. Desafortunadamente, cuando ellos se fueron, Santi y yo, aun estábamos dándonoslas de expertos en el arte de reparar un pinchazo, así que no pudimos despedirnos de ellos. Lastima.

Nosotros ya no podemos hacer nada, así que seguimos a lo nuestro. Debido a la hora, nos vemos obligados a recortar mucho el recorrido, e improvisar un nuevo camino para llegar de nuevo al punto de partida. Elegimos la opción mas fácil. Nos metemos por una carretera revirada de subida, q nos dejaba justamente donde habíamos empezado la ruta.
La poca gente que aun hay en la calle, nos mira extrañados, pues eran las 3:30 y nosotros seguíamos dando a los pedales. Tras un rato largo de subida, por fin llegamos. Ninguno nos lo podíamos creer. Se oye algún suspiro de alivio, y mas de un jadeo de cansancio. Pero la ruta mereció la pena. Las caídas, y los pinchazos merecieron la pena, pues las mismas personas que a la mañana eran solo unos desconocidos, en un solo día de ciclismo, han pasado a ser grandes compañeros.

Un saludete a todos.